Marca personal digital
La recuperación post pandemia pasa por lo digital. Según los resultados del estudio de GoDaddy sobre la madurez digital de las microempresas en España y Europa, 7 de cada 10 empresas españolas ya tienen presencia web y/o en redes sociales. El 78% de los encuestados aseguran que el paso a la digitalización es vital para lograr un repunte económico después del COVID-19 y durante la pandemia, alrededor del 70% de las empresas facilitaron smartphones y ordenadores para atender a sus clientes en los momentos más duros de la cuarentena.
La pandemia ha cambiado la forma en que nos relacionamos profesionalmente. En los últimos meses, muchas empresas han implementado diversas herramientas digitales en sus procesos internos. La videoconferencia ayuda pero es mucho más limitada que la interacción cara a cara, por lo que se está restringiendo nuestra capacidad de comunicar habilidades que tenemos como profesionales y por las que nuestros clientes están dispuestos a pagarnos. Entonces ¿qué hacer para facilitar una comunicación fluida, que fomente relaciones productivas e influencia positiva con accionistas, empleados, clientes y proveedores?
Lo tengo claro: digitalizar la marca personal de los líderes empresariales, aunque lamentablemente esta palanca se pasa por alto en muchos planes de negocio. Es importante no confundir nuestra marca profesional, con la reputación de tu empresa en el mercado. Ocupar un alto cargo de responsabilidad supone dejar huella en la empresa y no esconderse detrás de los miembros del equipo.
Me gusta decir que todos somos emprendedores de “nuestro propio negocio”, lo único que nos diferencia es “el número de clientes” que tenemos. La gran mayoría tiene un único cliente y trabaja por cuenta ajena. Sólo unos pocos nos aventuramos a conseguir varias decenas para nuestros negocios, con más o menos éxito.
Según Kim Leonard, todos los emprendedores deberían enfocarse primero en construir su marca personal y después la de sus negocios, simplemente porque la marca personal es para siempre, y porque incrementa la probabilidad de lanzar nuevos proyectos con éxito cuando uno ya tiene una reputación y clientes de proyectos anteriores, como les pasa a Elon Musk o Richard Branson.
Las mejores marcas permanecen ligadas a la reputación de sus fundadores o personas que las lideran. El clásico ejemplo de Steve Jobs con «Apple»… Aquí, Amancio Ortega con “Inditex” o Juan Roig con “Mercadona” poseen marcas individuales que los distinguen, que son inseparables de las compañías que han construido. Pero ¿son líderes digitales?
Hoy en día la predominancia del entorno digital es obvia y por tanto, nuestra reputación transmitida por medios digitales es clave para entender cómo desarrollar nuestra marca personal profesional. Buen ejemplo de ello son “Botín Santander”, “Pallete Telefónica” y “Huertas Mapfre” en redes como LinkedIn.
Aunque muchos líderes empresariales siguen pensando que para ejercer su función, basta con ser un buen profesional y que el negocio vendrá por sí solo gracias a su buen hacer y a las recomendaciones de sus clientes, la realidad es que, si no tienen una marca personal digital, su futuro profesional será sombrío.
El mercado ha adoptado hábitos de decisión y contratación en asuntos profesionales, “en modo amazon”: busco, comparo y compro… ¡casi de inmediato!, así que, si no somos encontrados como marca personal digital, no habrá oportunidades para influir y mejorar la relación con accionistas, empleados y clientes.
Demostrar capacidades de influencia en la vida de empleados y clientes, también en medios digitales como LinkedIn, no es sólo para los grandes como los mencionados, es para todos los directivos y dirigentes. La buena noticia es que hoy en día hay infinidad de opciones para que cualquiera consiga una “presencia online” bien posicionada. ¿Has empezado ya?
Iñaki Alcaraz
Socio Director de AGLV